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domingo, 1 de mayo de 2011

México debe prepararse para tsunamis: UNAM

Ciudad de México | Domingo 01 de mayo de 2011 Notimex | El Universal
Carlos Valdés, jefe del Servicio Sismológico Nacional, recomendó revisar las estructuras de los desarrollos turísticos construidos en los litorales del país

El jefe del Servicio Sismológico Nacional, Carlos Valdés, aseguró que México debe estar preparado ante la posibilidad de temblores acompañados por tsunamis, pues son fenómenos que no se pueden predecir ni detener.
El especialista adscrito al Instituto de Geofísica (IGf) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) afirmó que los temblores en la costa mexicana, por su mecanismo y tipo de subducción, producen grandes olas.
Frente a la eventualidad de un terremoto en territorio nacional, el experto recomendó revisar las estructuras de los desarrollos turísticos construidos en los litorales mexicanos y verificar que cuenten con planes de protección civil.
Explicó que buscar resguardo en los sitios altos o alejados de la ribera del mar ha demostrado ser una de las acciones efectivas cuando los residentes de las costas sienten un sismo.
Valdés González refirió que en la actualidad se trabaja en las playas mexicanas para marcar los límites en las costas y evitar tragedias.
Refirió el caso de Japón, en donde el tsunami fue devastador a pesar de que esa nación estaba altamente preparada para los efectos de ese fenómeno, que nunca se pensó que fuera tan grande.
"El efecto del agua es brutal. Si algo aprendimos es el concepto de tsunami, que no es una ola, sino una lámina de agua que entra con un paso no muy rápido, pero nada la detiene", explicó el especialista.
Recordó que el terremoto de 1985 en la ciudad de México produjo un tsunami en la costa del Pacífico, mientras que uno ocurrido en 1932, frente a las costas de Colima y Jalisco, también originó que el agua entrara por la playa para arrasar con lo que encontró a su paso.
Además, Colima tuvo otro en 1995, en la zona conocida como La Manzanilla, en tanto que en el Pacífico han ocurrido varios de este tipo, añadió.
El jefe del Servicio Sismológico Nacional aseguró que el evento telúrico del 7 de abril pasado, es un recordatorio de que el nuestro es un país sísmico, y que eventualmente puede tener un movimiento fuerte, como el de 1957, que provocó la caída del Ángel de la Independencia.
También, como el ocurrido en 1979, que derribó tres edificios de la Universidad Iberoamericana, o como el de 1985 denominado de 'la ciudad de México', por los daños causados en la urbe.
Valdés González recordó que no obstante el 7 de abril pasado hubo microsismos en varios estados del país y uno fuerte en Japón, no hay indicios científicos de alguna relación entre ellos.
"El fenómeno natural no cambia, los temblores no son más grandes ni más frecuentes; el desastre lo causa el ser humano, con zonas más habitadas, industrias, plantas nucleares y sobrepoblación en sitios de riesgo", aclaró.
lae/crs








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