En el comentario de hoy vamos a hablar de la imposición de una zona de exclusión en un área de 20 kilómetros en torno a la central nuclear Fukushima Uno.
A medianoche del jueves, en virtud de la ley que rige las situaciones de emergencia, empezó a aplicarse la prohibición de ingreso en la zona designada, que incluye nueve municipios. Las autoridades han instalado 75 puntos de control en las carreteras de acceso.
A continuación, Sentaro Takahashi, subdirector del Instituto del Reactor Experimental de la Universidad de Kioto, nos explica por qué se ha impuesto esta zona de exclusión.
"De acuerdo con los datos divulgados por el Ministerio de Ciencia, en zonas cercanas a la central se ha detectado la presencia de sustancias radiactivas, si bien la cantidad difiere según los puntos de medición", empieza diciendo el experto.
Takahashi prosigue explicando que la diferencia de valores en las mediciones se debe a la dirección en que soplaba el viento cuando fueron emitidas las sustancias. Por ejemplo, en un punto al borde de la zona de 20 kilómetros se ha registrado una radiación de 43 microsieverts por hora, mientras que en otro punto a la misma distancia el valor era 800 veces menor.
El experto nos explica las razones que han llevado al Gobierno a aplicar la legislación para casos de emergencia. Dice Takahashi que 40 microsieverts por hora es un valor bastante alto. Por ejemplo, cuando el nivel supera los 10 microsieverts por hora, las instituciones que realizan estudios sobre la radiación exigen que su personal vaya acompañado por supervisores a fin de garantizar su seguridad. Por este motivo, un valor de 40 microsieverts es más que suficiente para que el Gobierno tome la decisión de aplicar las normas, un paso que defiende por completo el experto.
Después del accidente de Fukushima Uno, se dio la orden de evacuación de los habitantes en un área de 20 kilómetros en torno a la central nuclear. Sin embargo, estas personas han vuelto a su casa para recuperar pertenencias y en muchos de estos objetos se han registrado altos niveles de radiación.
El experto pone como ejemplo un vehículo traído de la zona de exclusión. Si una persona, sin saber si está contaminado, lo lava sin protegerse adecuadamente o permanece un tiempo en un garaje u otro lugar cerrado donde esté el vehículo, las partículas radiactivas podrían ingresar en su cuerpo.
Por tanto, concluye diciendo Sentaro Takahashi, la decisión del Gobierno era necesaria para impedir que la gente regrese a recuperar sus pertenencias sin informar a las autoridades y para poder medir el nivel de radiación tanto de las personas como de los objetos.
A medianoche del jueves, en virtud de la ley que rige las situaciones de emergencia, empezó a aplicarse la prohibición de ingreso en la zona designada, que incluye nueve municipios. Las autoridades han instalado 75 puntos de control en las carreteras de acceso.
A continuación, Sentaro Takahashi, subdirector del Instituto del Reactor Experimental de la Universidad de Kioto, nos explica por qué se ha impuesto esta zona de exclusión.
"De acuerdo con los datos divulgados por el Ministerio de Ciencia, en zonas cercanas a la central se ha detectado la presencia de sustancias radiactivas, si bien la cantidad difiere según los puntos de medición", empieza diciendo el experto.
Takahashi prosigue explicando que la diferencia de valores en las mediciones se debe a la dirección en que soplaba el viento cuando fueron emitidas las sustancias. Por ejemplo, en un punto al borde de la zona de 20 kilómetros se ha registrado una radiación de 43 microsieverts por hora, mientras que en otro punto a la misma distancia el valor era 800 veces menor.
El experto nos explica las razones que han llevado al Gobierno a aplicar la legislación para casos de emergencia. Dice Takahashi que 40 microsieverts por hora es un valor bastante alto. Por ejemplo, cuando el nivel supera los 10 microsieverts por hora, las instituciones que realizan estudios sobre la radiación exigen que su personal vaya acompañado por supervisores a fin de garantizar su seguridad. Por este motivo, un valor de 40 microsieverts es más que suficiente para que el Gobierno tome la decisión de aplicar las normas, un paso que defiende por completo el experto.
Después del accidente de Fukushima Uno, se dio la orden de evacuación de los habitantes en un área de 20 kilómetros en torno a la central nuclear. Sin embargo, estas personas han vuelto a su casa para recuperar pertenencias y en muchos de estos objetos se han registrado altos niveles de radiación.
El experto pone como ejemplo un vehículo traído de la zona de exclusión. Si una persona, sin saber si está contaminado, lo lava sin protegerse adecuadamente o permanece un tiempo en un garaje u otro lugar cerrado donde esté el vehículo, las partículas radiactivas podrían ingresar en su cuerpo.
Por tanto, concluye diciendo Sentaro Takahashi, la decisión del Gobierno era necesaria para impedir que la gente regrese a recuperar sus pertenencias sin informar a las autoridades y para poder medir el nivel de radiación tanto de las personas como de los objetos.
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