Yuli Andreev, uno de los descontaminadores de Chernóbil afirmó que en aquella planta el reactor afectado contenía 180 toneladas de combustible atómico, mientras los reactores de Fukushima albergan mil 760 toneladas
La radiación emitida por la central nuclear de Fukushima (Japón) puede superar a la de Chernóbil (Ucrania) en 1986, asegura Yuli Andreev, en su momento uno de los máximos responsable de descontaminar la planta soviética.
"En Fukushima la mayoría del combustible está todavía en los reactores y está saliendo poco a poco. Es muy difícil predecir qué cantidad puede salir, pero podemos decir que posiblemente las fugas de Fukushima puedan exceder a las de Chernóbil si no se contienen a tiempo" , explica en declaraciones a EFE en Viena.
Andreev, de 73 años, fue el director científico hasta 1991 de Spetsatom, el organismo soviético de lucha contra accidentes nucleares creado tras el accidente nuclear de Chernóbil.
Al desmoronarse la URSS en 1991 emigró a Austria, país en el que da clases en la Universidad de Viena y ha asesorado al Gobierno austríaco en materia de seguridad nuclear.
En Chernóbil el accidente afectó a un reactor que contenía 180 toneladas de combustible atómico, recordó, mientras que las seis unidades de Fukushima, de las cuales cuatro están averiadas, albergan mil 760 toneladas de material fisible.
En la central de la antigua Unión Soviética una prueba de resistencia mal llevada causó la explosión en un reactor que liberó toda la radiación de golpe, hasta el punto de que "después de dos semanas apenas hubo fugas" , indica el experto.
Por el contrario, en Fukushima la fuga de radiación es mucho menor pero sostenida en el tiempo. Y cuando se cumple más de un mes del maremoto que ocasionó el accidente no hay visos de que la situación vaya a acabar a corto plazo.
Si no se gestiona de la forma apropiada, este accidente puede tener consecuencias económicas y humanas "mucho peores" a las de Chernóbil debido a la densidad de población y al impacto que ocasionaría en la tercera economía del planeta, advierte.
La Agencia Japonesa de Seguridad Nuclear (NISA) calcula que los niveles de radiación emitidos hasta ahora se sitúan entre los 370 mil y 630 mil terabecquereles (tbq), alrededor del 10 por ciento de los 5.2 millones de tbq emitidos en Chernóbil.
NISA cree que la mayor parte del material radiactivo liberado a la atmósfera proviene del reactor 2, que sufrió una explosión de hidrógeno en su base y daños en la vasija de contención.
Pero el reactor que más peligro potencial tiene es la unidad 3, por contener su combustible plutonio, una de las sustancias más dañinas para la salud humana.
"Si el territorio japonés se contamina con plutonio, será muy difícil de descontaminar" , explica Andreev al recordar el ejemplo de la ciudad ucraniana de Prypyat, contaminada también con plutonio.
En esa localidad, que tenía unos 50 mil habitantes antes del accidente de Chernóbil, vivían los familiares y trabajadores de la planta, y está dentro de la zona de exclusión de 30 kilómetros.
Andreev considera que es muy temprano para "saber si Japón perderá territorio al establecer una zona de exclusión" pero "en caso de una fuga de plutonio la situación sería muy peligrosa" .
Establecer una zona de exclusión permanente "depende del nivel de contaminación, es una situación extremadamente compleja" , dice.
"Los desechos generados por las labores de descontaminación en los 30 kilómetros alrededor de Chernóbil equivalían a un kilómetro cúbico. Es casi imposible hacer desaparecer tal cantidad de material radiactivo" , asegura.
Por otra parte, Andreev critica la gestión de la crisis por parte de Tepco, la empresa que opera la planta de Fukushima, y considera que el Gobierno japonés debería asumir las riendas asesorado por científicos independientes.
También lamenta que no se haya estudiado a fondo lo sucedido en Chernóbil, algo que a su juicio no se hizo porque la industria nuclear no quiere saber nada de accidentes atómicos que dañan su imagen ante la opinión pública.
"Nuestra experiencia en Chernóbil no fue estudiada. Un gran número de problemas no han sido solucionados hasta ahora. Y eso complica la situación en Fukushima" , recalca.
Según el experto, después de cada accidente la industria nuclear dice que será el último. "Pero no es cierto. Estamos viendo que hay un gran accidente nuclear con una frecuencia de diez años" , asevera.
mlhc
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