NHK RADIO JAPON
17 JUNIO 2011
La Compañía de Electricidad de Tokio ha reanudado las pruebas del sistema de descontaminación de agua altamente radiactiva en la central nuclear Fukushima Uno. Si todo va según lo previsto, TEPCO planea poner el sistema en pleno funcionamiento dentro de unas horas.
El sistema, que consta de 4 componentes, es considerado clave para afrontar la alarmante acumulación de agua altamente radiactiva que está a punto de derramarse fuera de los edificios de la central.
Durante la prueba del jueves uno de los componentes, un aparato estadounidense de absorción de cesio, se apagó automáticamente debido a una fuga de agua.
La empresa determinó posteriormente que la fuga fue causada por el cierre por equivocación de una válvula de unos conductos que había causado una obstrucción del agua, que a su vez dañó una válvula de bajada de la presión en una de las unidades de absorción de cesio.
El sistema, que consta de 4 componentes, es considerado clave para afrontar la alarmante acumulación de agua altamente radiactiva que está a punto de derramarse fuera de los edificios de la central.
Durante la prueba del jueves uno de los componentes, un aparato estadounidense de absorción de cesio, se apagó automáticamente debido a una fuga de agua.
La empresa determinó posteriormente que la fuga fue causada por el cierre por equivocación de una válvula de unos conductos que había causado una obstrucción del agua, que a su vez dañó una válvula de bajada de la presión en una de las unidades de absorción de cesio.
La ciudad de Fukushima amplía el número de lugares en los que controla la radiación
La ciudad de Fukushima ha comenzado a controlar los niveles de radiación en más de 1.000 lugares adicionales, respondiendo así a la preocupación expresada por los residentes acerca de la posible contaminación después del accidente en la central nuclear.
La capital de la prefectura de Fukushima está a unos 50 kilómetros al noroeste de la planta.
La ciudad ha estado controlando los niveles de radiación en unos 160 lugares, incluyendo parques y escuelas, y publicando los resultados en su página web.
El viernes se añadieron 1.045 lugares, incluyendo carreteras en zonas residenciales, para responder a la demanda de más información sobre niveles de radiación
La capital de la prefectura de Fukushima está a unos 50 kilómetros al noroeste de la planta.
La ciudad ha estado controlando los niveles de radiación en unos 160 lugares, incluyendo parques y escuelas, y publicando los resultados en su página web.
El viernes se añadieron 1.045 lugares, incluyendo carreteras en zonas residenciales, para responder a la demanda de más información sobre niveles de radiación
Comentario: El proceso de purificación del agua radiactiva acumulada en la central nuclear
En el comentario de hoy vamos a hablar del tratamiento del agua radiactiva acumulada en la central nuclear, un paso clave para resolver los problemas de Fukushima Uno. De la importancia de este proceso de descontaminación del agua nos habla Akio Koyama, profesor del Instituto del Reactor Experimental de la Universidad de Kioto.
El comentarista empieza diciendo que TEPCO, la compañía propietaria de la central, no podrá iniciar el siguiente paso previsto en el calendario de reparaciones a menos que se solucione el problema del agua radiactiva acumulada.
El problema de fondo es la necesidad de enfriar las barras de combustible nuclear de los reactores 1, 2 y 3, así como el combustible derretido. Para ello los trabajadores deben entrar en los edificios que albergan los reactores y las turbinas, pero no pueden hacerlo por la acumulación de agua con una alta concentración radiactiva.
La cantidad de líquido va aumentando cada día, ya que se sigue vertiendo agua para enfriar los reactores. En el peor de los casos, advierte el experto, el agua podría salir de los edificios y llegar al mar. Por este motivo urge tratar el agua para eliminar las sustancias radiactivas que contiene.
El sistema de purificación ha funcionado hasta cierto punto durante las pruebas realizadas estos últimos días. Por ejemplo, se logró reducir la concentración de cesio a una diezmilésima parte. El problema es que se ha detectado una fuga de agua durante el proceso de tratamiento.
No obstante, el experto no se muestra sorprendido por este incidente ocurrido durante las pruebas del sistema. En su opinión, no es inusual que haya problemas en las juntas de las tuberías y en otros puntos. Normalmente se realizan pruebas con agua no contaminada durante una o dos semanas. En este caso, por la falta de tiempo, es necesario probar el sistema con agua con bajo nivel de radiactividad. Los operarios saben que se les está acabando el tiempo, por lo que no pueden permitirse llevar a cabo las pruebas habituales.
Según el experto, una vez que finalice este proceso, habrá que decidir qué hacer con los residuos radiactivos. El sistema por el que se ha optado usa zeolita para absorber el cesio y productos químicos para precipitar otras sustancias radiactivas. Esto dará como resultado una enorme cantidad de aguas residuales. Si se trata las más de 100.000 toneladas de agua radiactiva acumulada en la central, los desechos podrían suponer entre el 2 y el 3 por ciento de ese volumen. Es decir, habrá unas 2.000 o 3.000 toneladas de residuos altamente radiactivos. Además, su nivel de radiactividad será entre 100 y 1.000 veces mayor que el del agua contaminada. El problema, advierte el experto, es que no hay ningún plan concreto sobre cómo tratar los residuos radiactivos. La conclusión del comentarista es que el siguiente paso decisivo será cómo eliminar la basura radiactiva.
El comentarista empieza diciendo que TEPCO, la compañía propietaria de la central, no podrá iniciar el siguiente paso previsto en el calendario de reparaciones a menos que se solucione el problema del agua radiactiva acumulada.
El problema de fondo es la necesidad de enfriar las barras de combustible nuclear de los reactores 1, 2 y 3, así como el combustible derretido. Para ello los trabajadores deben entrar en los edificios que albergan los reactores y las turbinas, pero no pueden hacerlo por la acumulación de agua con una alta concentración radiactiva.
La cantidad de líquido va aumentando cada día, ya que se sigue vertiendo agua para enfriar los reactores. En el peor de los casos, advierte el experto, el agua podría salir de los edificios y llegar al mar. Por este motivo urge tratar el agua para eliminar las sustancias radiactivas que contiene.
El sistema de purificación ha funcionado hasta cierto punto durante las pruebas realizadas estos últimos días. Por ejemplo, se logró reducir la concentración de cesio a una diezmilésima parte. El problema es que se ha detectado una fuga de agua durante el proceso de tratamiento.
No obstante, el experto no se muestra sorprendido por este incidente ocurrido durante las pruebas del sistema. En su opinión, no es inusual que haya problemas en las juntas de las tuberías y en otros puntos. Normalmente se realizan pruebas con agua no contaminada durante una o dos semanas. En este caso, por la falta de tiempo, es necesario probar el sistema con agua con bajo nivel de radiactividad. Los operarios saben que se les está acabando el tiempo, por lo que no pueden permitirse llevar a cabo las pruebas habituales.
Según el experto, una vez que finalice este proceso, habrá que decidir qué hacer con los residuos radiactivos. El sistema por el que se ha optado usa zeolita para absorber el cesio y productos químicos para precipitar otras sustancias radiactivas. Esto dará como resultado una enorme cantidad de aguas residuales. Si se trata las más de 100.000 toneladas de agua radiactiva acumulada en la central, los desechos podrían suponer entre el 2 y el 3 por ciento de ese volumen. Es decir, habrá unas 2.000 o 3.000 toneladas de residuos altamente radiactivos. Además, su nivel de radiactividad será entre 100 y 1.000 veces mayor que el del agua contaminada. El problema, advierte el experto, es que no hay ningún plan concreto sobre cómo tratar los residuos radiactivos. La conclusión del comentarista es que el siguiente paso decisivo será cómo eliminar la basura radiactiva.
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